Sabéis que todos los días que no son lectivos estamos proponiendo actividades diversas por si necesitáis alguna ayuda extra para ocupar el tiempo con vuestros hijos.
Estas son nuestras propuestas para este fin de semana:
En primer lugar una sencilla receta para elaborar galletas de mantequilla en familia. Son muy sencillas.¡Ánimo cocineros! Ya nos contaréis qué tal están.
Ahora os vamos a proponer actividades físicas, porque esa actividad hay que sacarla de dentro de alguna forma. Es una oca. Seguro que os lo pasáis muy bien y de paso nos ponemos en forma.
Ahora van unos consejos y trucos para las familias.
Llevamos ya 5 semanas encerrados en casa y cada vez es más pesado y cuesta más.
Primero insistir en las señales que nos hacen darnos cuenta que hay un problema.
¿Pero qué podemos hacer si ya se están dando algunas respuesta de este tipo?
En primer lugar, insistiros en tratar de respetar en la medida de lo posible unas rutinas.
Estas no deben estar tan marcadas en el tiempo, como en el tipo de actividad que realizáis.
Es muy importante todos los días tener momentos de actividad física, de lectura, de charla, de risas, de juego compartido y de actividades comunes y solitarias.
Es muy bueno respetar nuestro momento para estar con nosotros mismos.
También es aconsejable realizar ejercicios de respiración, relajación, silencio
hay muchos en internet, todo lo relacionado con yoga y mindfulness os ayudará.
Os dejo más adelante algunos vídeos y enlaces.
Tranquilos y atentos como una rana.
El botón de pausa.
Pero, qué podemos hacer ante un estallido de rabia, ansiedad, stress o simplemente una rabieta.
Os voy a comentar 5 ideas que dio en el Seminario Helena Alvarado y que nos parecen muy apropiadas para estos momentos.
1. Dejarle expresar sus emociones. Si no salen fuera pueden aumentar los momentos de crisis y los estallidos de rabia.No es tan importante la causa que los provoca como la funcionalidad. Detrás de estas situaciones suele estar una llamada de atención. En ocasiones una necesidad afectiva encubierta.
2. Acompañarles en este momento. Compartir su realidad. Mostrarle que entiendes su estado de ánimo, transmitiéndole nuestro apoyo, respeto y cariño. Sin traspasar límites.
La agresión no está permitida y conlleva consecuencias acordadas entre ambos.
Debemos intentar no sumar nuestras emociones a las suyas.
3. Tener un lugar del enfado. Este sitio debe estar preparado y acondicionado para permitir al niño descargar esa rabia sin hacerse daño con algo de intimidad, que permita no aislarlo pero sin sentirse observado. El rincón o espacio puede tener cojines, muñecos blanditos que pueda pegar si tiene ganas sin hacerse daño. También podéis dejar a su alcance papeles, revistas que pueda romper,
rasgar para facilitar esa descarga.
4. Una vez pasado el episodio no tratar de volver a él. Sería mantener una sobreatención negativa que haría que se incrementasen estos momentos (rabietas).
Es muy importante evitar discurso hiperracionales.
5. Los mensajes que debemos transmitir son:
Te entiendo, te acompaño, puedes sentirte seguro, es importante hablar,
soy capaz de ponerme en tu lugar.
Para finalizar os dejo una reflexión de Alvaro Bilbao.
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