lunes, 17 de mayo de 2021

CONSEJOS PARA LAS FAMILIAS: Cómo ayudar a nuestros hijos a aceptar los momentos de desilusión o decepción

 ¿Es posible no decepcionarse nunca? Es prácticamente imposible, puesto que si puedes ILUSIONARTE, puedes DESILUSIONARTE. 

La vida está llena de experiencia que nos llevan a sentir estas emociones, además, no son exclusivas de los adultos, todo lo contrario, en la infancia y adolescencia son de lo más habituales.

Las situaciones que nos llevan a emociones de desilusión o decepción nos enseñan a gestionar el dolor que producen, no es sencillo pero debemos afrontarlas, aceptarlas y aprender de ellas.

Evitar a nuestros hijos cualquier tipo de contratiempo o frustración no les provocará otra cosa que mayor dolor en la etapa adulta. ¿Por qué? Sencillo, debido a la falta de entrenamiento para adquirir las habilidades necesarias para afrontar, aceptar y superar desengaños, chascos o fracasos que nos encontramos a lo largo de nuestra vida.

La infancia es una época de aprendizaje. Una etapa para entrenarnos para la vida, en la que las decepciones, desilusiones, frustraciones y desengaños deben aprender a verse como oportunidades para seguir mejorando.

La familias tenemos la oportunidad de enseñar a nuestros hijos a sobreponerse de estos duros momentos. La mejor manera de hacerlo es, como siempre, con nuestro ejemplo.

Superar las decepciones y desilusiones es una habilidad personal que todos podemos aprender

Altas expectativas, deseos, esperanzas e ilusiones poco realistas conducen a grandes decepciones, desengaños o frustraciones con las que más pronto que tarde tendremos que lidiar.

Esto no significa que no debamos tener anhelos o esperanzas. Estas son los motores que impulsan nuestros proyectos y nos motivan para conseguir nuestros objetivos. Sin embargo, debemos aprender a mantener nuestras expectativas en unos límites realistas.

Cómo enseñar a los niños a superar las decepciones y desilusiones

Entender las frustraciones, las desilusiones o los desengaños como oportunidades para mejorar es un modo constructivo de enfrentarse a las adversidades. Este debería ser uno de los objetivos de la educación principalmente en el seno de la familia.

Uno de los errores en el que caemos muchos padres de hoy en día es el de evitar que nuestros hijos sufran.

Intentamos librarles de frustraciones, decepciones y desilusiones dándoles todo cuanto piden y dejando que hagan todo cuanto desean. Error educacional gravísimo donde los haya. Y es que la vida está llena de puertas que se cierran y de negativas que nos impedirán obtener cuanto queramos.

Aprender a tolerar el malestar de la decepción convierte a nuestros hijos en adultos emocionalmente equilibrados

Aprender a tolerar la frustración forma parte del proceso de maduración. La frustración, decepción, desilusión o desengaño es parte de la vida, ya que las cosas no siempre nos saldrán tal y como esperamos.

Así las cosas, si deseamos que nuestros hijos se conviertan en adultos emocionalmente equilibrados debemos enseñarles a aprender a tolerar el malestar que conlleva el hecho de no conseguir siempre lo que uno quiere, anhela o espera. Es muy importante saber convertir la rabia y la tristeza en nuevas oportunidades para lograr sus objetivos.

Evitar la sobreprotección de los hijos permite que aprendan de sus errores

Evitar sobreproteger. Dejar que el niño exprese sus sentimientos. Que hable de ellos con naturalidad, que llore si así lo necesita. Estar a su lado sin sermonear y ayudarles a analizar la situación con objetividad son algunas de las pautas a seguir para ayudar a nuestros hijos a superar las desilusiones.

Analizar los puntos fuertes para mejorar los débiles

A veces las decepciones son sólo fruto de un mal cálculo de las posibilidades. Ayudar a nuestros hijos a ver objetivamente cuáles son sus puntos fuertes y cuáles deben mejorar les permitirá aprender de sus posibles errores. De este modo podrán seguir adelante con sus proyectos truncados. Esto es especialmente importante durante la preadolescencia y adolescencia.

Estos son algunos de los consejos que recoge la psicóloga Sara Tarrés en su artículo "Decepciones y desilusiones, enseñar a los niños a superaras"

En la revista "Guía Infantil" Aroa Caminero nos sugiere 7 ideas que enseñen a los niños a sobrellevar la desilusión y la decepción. Para esta psicóloga, la decepción es un sentimiento normal que surge cuando las cosas no ocurren como nos gustarían y que forma parte del proceso de aprendizaje y de desarrollo de las personas. Por ello, para su correcto desarrollo emocional, es imprescindible que dejemos que los niños experimenten el sentimiento de frustración desde pequeños para que aprendan a ser capaces de manejar las decepciones que sufrirán el resto de su vida. Te decimos cómo ayudar a los niños a aceptar la decepción como parte de la vida.

Estas son las 7 ideas que nos propone para enseñar a los niños a sobrellevar la decepción

Para que los niños aprendan a aceptar cuanto antes la decepción, podemos llevar a cabo las siguientes pautas básicas:

Ayúdales a establecer expectativas realistas
Ya que no es bueno dejar que se hagan ilusiones sobre cosas que no estamos seguros de sí ocurrirán de la forma que desean: 'puede que tu amiguito Carlos no te deje el muñeco ahora aunque se lo pidas por favor'.

Enséñale a reconocer la decepción y a aceptarla
Explícale que es algo normal que nos sintamos mal cuando algo no sale como nos gustaría, diciéndole cosas como: 'es normal que te moleste que Carlos no te deje el muñeco porque llevabas toda la tarde esperando para jugar con él'. - Sugiérele posibles soluciones alternativas

Es importante que vea que cuando las cosas no ocurren como quiere, hay otras opciones: 'que te parece si mientras Carlos juega con el muñeco, tú juegas a tirarte por el tobogán'.

Hazle ver el lado positivo de la situación
De prácticamente todas las decepciones se aprende y podemos entrenarles desde pequeños a que saquen la parte positiva de ellas: '¿lo ves?, aunque no has jugado con el muñeco te lo has pasado genial en el tobogán y te has hecho amiguito del niño que estaba allí'.

No permitas que la decepción se convierta en una rabieta
Los niños tienen que aprender a controlar su frustración de un modo progresivo, así que cuando descarguen su decepción en forma de ataque de ira o de pataleta, les retiraremos toda nuestra atención para que aprendan que así no consiguen nada.

Refuérzale mucho cuando acepte de forma adecuada una decepción
Este será un momento perfecto para darle muchos abrazos y mimos y para hacerle mucho caso.

Aprende a gestionar adecuadamente tus propias desilusiones delante de los niños
La principal fuente de aprendizaje de los niños son los modelos adultos y tienden a copiar su comportamiento, tanto el positivo como el negativo.


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