Lewis Carroll es el sinónimo de Charles Lutwidge Dogson, nacido en el Reino Unido en 1832.
Lógico, matemático, fotógrafo y novelista británico. Charles mostró gran precocidad para las matemáticas. Ya con 12 años era capaz de resolver problemas complejos de geometría y con 14 años sus profesores lo calificaron como “brillante”. Cuando cumplió los 18 años ingresó en la Universidad de Oxford, en la que vivió primero como estudiante y más tarde como profesor, cuando obtuvo plaza en 1857 como profesor de matemáticas. Cuatro años después fue ordenado diácono. Murió en 1898.
Colaboró en revistas literarias y cómicas, adoptando el seudónimo por el que se le conoce. En 1856 llegó a Oxford un nuevo decano, Henry Liddell, acompañado de su esposa y sus tres hijas.
Una de sus hijas, Alicia Liddell, será la que le inspire para algunas de sus obras más famosas.
Esta es la historia de este gran escritor:
A continuación, analizando la información de muchos estudios sobre el autor y su gran obra vamos a tratar de ver qué relación hay entre Alicia en el País de las Maravillas y la Lógica Matemática.
Antes de ver cómo está presente la LÓGICA en el libro de Carroll, vamos a conocer qué es la lógica.
La lógica es una ciencia, que estudia la estructura o formas de pensamiento humanas. Su fin es obtener leyes o principios válidos que permitan obtener criterios válidos. La lógica matemática permite conocer los métodos de razonamiento para determinar si es verdad o no, un argumento dado.
Lo que aparentemente parecía ser un cuento infantil, con fantasías sin lógica o conexión temporal, ha terminado por convertirse en un libro lleno de adivinanzas, con toques de lógica, razonamiento deductivo, y matemáticas. El uso de la lógica como un elemento fundamental del relato le da un significado especial a un cuento que a primera vista pareciera ser absurdo o sin sentido.
Juegos de palabras con alusiones al álgebra, teorías de la época victoriana y detalles que parecen pertenecer más al mundo de la lógica matemática que de la propia ficción son el plato principal de este manjar literario.
Carroll creía que la lógica era objeto de curiosidad y creatividad para los niños, por esta razón defendía la enseñanza de la misma a temprana edad.
Tal vez por esta razón encontró un motivo para crear una conexión entre Alicia y la lógica matemática.
Alicia y la lógica matemática
Fiesta del sombrerero
“- Entonces debes decir lo que piensas—siguió la Liebre de Marzo.
– Ya lo hago—se apresuró a responder Alicia–. O al menos, al menos pienso lo que digo… Viene a ser lo mismo, ¿no?
– ¿Lo mismo? ¡De ninguna manera! —dijo el Sombrerero–. ¡En tal caso, sería lo mismo decir “veo lo que como” que “como lo que veo”!”
La Liebre de Marzo y los números negativos
Otra crítica a las matemáticas que se puede encontrar entre las líneas de Alicia en el País de las Maravillas es el concepto de los números negativos o principio de “cantidades menores a nada”.
Sírvete un poco más de té –le dijo muy ansiosamente la Liebre de Marzo.
–¡Si todavía no he tomado nada –replicó Alicia con tono ofendido–, de forma que no podría tomar más!
–Querrás decir que no podrías tomar menos –aclaró el Sombrerero–; siempre es más fácil tomar más que nada.
Humpty-Dumpty
En Alicia a Través del Espejo, Carroll deja clara su opinión respecto al el símbolo x; según este, la X podría representar cualquier valor. En uno de los diálogos de Alicia con Humpty-Dumpty se hace referencia a esta cuestión.
“- Cuando yo uso una palabra —dijo con un tono burlón— significa precisamente lo que yo decido que signifique: ni más ni menos.
– El problema es —replicó Alicia— si usted puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.
– El problema es saber quién es el que manda. Eso es todo”.
Alicia y el cálculo
“Veamos, cuatro por cinco son doce, cuatro por seis son trece y cuatro por siete…¡Ay, Dios mío! ¡Así no llegaré nunca a veinte!”
A simple vista puede parecer que las operaciones no estén bien hechas. Esto sucede porque nos basamos en el sistema de numeración decimal; pero con el uso de otros sistemas, los cálculos de Alicia pueden ser correctos.
Explicación: 4 x 5 =12 en base 18 y 4 x 6 =13. De esta forma 4 x 7=14, si continuamos esta lógica el resultado seria 24 y Alicia estaría correcta en que nunca llegará al número 20.
Alicia y la madriguera del conejo.
La caída de Alicia por la madriguera del conejo, en la que se pregunta qué sucedería si atravesara la Tierra: “¡A lo mejor salgo por el otro lado!”. Con esto, Carroll intenta resolver una pregunta sobre la gravedad: qué ocurriría si se lanzara una piedra por un agujero que atravesara el planeta.
-En mi país –dijo Alicia, que todavía jadeaba un poco al hablar–, cuando se corre durante algún tiempo en una determinada dirección, se suele llegar a alguna parte.
-Tu país debe de ser algo lento –comentó la Reina–. Aquí tienes que correr a toda velocidad para poder permanecer en el mismo lugar y, si quieres desplazarte a otro... ¡entonces debes correr el doble de deprisa!
Este fragmento de A través del espejo ha inspirado la hipótesis de la reina roja, una idea evolutiva según la cual las especies deben mejorar continuamente solo para mantener el statu quo con el entorno.
Alicia y el gato Cheshire
El gato de Cheshire ha sido utilizado para describir fenómenos cuánticos y la reproducción de las algas. Un trastorno visual llamado micropsia, que hace percibir los objetos mucho más pequeños y lejanos de lo que son, también se conoce como 'síndrome de Alicia en el país de las maravillas'.
En una escena en la que aparece un gato que se va desvaneciendo poco a poco empezando por la punta de la cola y terminando por la sonrisa, que permaneció flotando en el aire un rato después de haber desaparecido todo el resto, «Bien —pensó Alicia— he visto muchas veces un gato sin sonrisa, pero ¡una sonrisa sin gato! ¡Esa es la cosa más curiosa que he visto en toda mi vida!» Pero antes de desaparecer con su sonrisa a la zaga, el gato de Cheshire se había aplicado a demostrar su propia condición de demente mediante la siguiente inferencia:
¿Cómo sabes que tú estás loco?» —pregunta Alicia.
«Para empezar —repuso el gato—, los perros no están locos. ¿De acuerdo?» «Supongo que no» —dijo Alicia.
«Bueno, pues entonces —continuó el gato—, observarás que los perros gruñen cuando algo no les gusta, y mueven la cola cuando están contentos. En cambio yo gruño cuando estoy contento y muevo la cola cuando me enojo: luego estoy loco.»
Alicia y el Caballero Blanco
De lo primero tenemos dos ejemplos en Al otro lado del espejo. Es un diálogo entre Alicia y el Caballero Blanco:
«Permítame —dijo el Caballero con tono de ansiedad— que le cante una canción.»
«¿Es muy larga?» —preguntó Alicia, que había tenido un día poéticamente muy cargado.
«Es larga —dijo el Caballero—, pero es muy, muy hermosa. Todo el que me la oye cantar, o bien prorrumpe en llanto, o bien...»
«¿O bien qué?» —dijo Alicia al ver que el Caballero se habla callado de repente
«O bien no prorrumpe.»
Información recogida de diferentes artículos:
María Alejandra Valois. Alícia y la lógica matemática
El Confidencial por parte de SINC. Lewis Carroll en el País de las Matemáticas
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