En septiembre llegasteis al cole y fuisteis conociendo primero a la seño y después a vuestros amigos. Cuando volvisteis de Navidades descubristeis que había un nuevo compañero. Era un poco especial, invisible, extraterrestre y un poco rarito, porque come palabras en vez de pizza. Pero vosotros me aceptasteis y además de alimentarme, cada día me fuisteis dando vuestro cariño, vuestras sonrisas y vuestro corazón.
He oído que ha llegado el verano, que es tiempo de descansar, de disfrutar de la familia, de actividades nuevas, de sitios mágicos, de jugar mucho, de aprender otras cosas… Yo os estaré esperando en el cole. Prometo guardar todas vuestras ganas de aprender y todas vuestras risas hasta que lleguéis de nuevo.
Cuando volváis seguro que no estaré en el mismo planeta que ahora, pero no importa porque ya buscaré la forma de ponerme en contacto con vosotros y deciros donde me encuentro.
No os preocupéis porque con todas las palabras que me habéis traído vosotros y otros niños de otros coles tengo fuerzas para esperaros hasta septiembre. Aunque siempre podéis seguir escribiéndome alguna palabra y dándosela a vuestros padres para que me la pongan en ese lugar mágico que ellos y yo sabemos.
Jugad mucho y recuperad mucha energía, que vosotros también tenéis la pilas un poco desgastadas.
En septiembre, sin falta nos vemos. Acordaros que aunque estoy en el cole como soy extraterrestre tengo algún poder especial y ese es que siempre que penséis en mi estaré muy cerquita de vosotros.
Mil besos cargados de estrellas
