Llegó el invierno y en la televisión vemos continuamente paisajes de este tipo.
El jueves decidímos que si la nieve no venía a nosotros, fabricaríamos nosotros la nieve.
¿Cómo?
Pensando e investigando descubrimos algo muy similar a la nieve, la espuma de afeitar que utilizan los hombres. Pero hacia falta algo que le diese un poco de consistencia y en internet descubrimos que podíamos añadirle harina de maíz. Así que, tras comprar los ingredientes necesarios nos pusimos “manos a la.....nieve”
No conseguimos el tacto de la nieve real, pero algo nos acercamos. Lo que sí estamos seguros,
es que la experiencia, la disfrutamos mucho.
Además, ¿quién sabe? A lo mejor el invierno nos sorprende todavía.
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